Hablando de Prana

 

 

  

                                            

Se encuentra en la cabeza, en el cerebro y en la mente, siendo nuestro punto de conexión con la energía del cosmos, con el Ser interior y con la Conciencia pura.

 

 

🍂El primero y más importante de los cinco vayus de vata  y está relacionado con el sistema nervioso y con la absorción: ya sea del aire que respiramos, del alimento que ingerimos o de las impresiones que recibimos a través de los órganos de los sentidos. Se encuentra en la cabeza, en el cerebro y en la mente, siendo nuestro punto de conexión con la energía del cosmos, con el Ser interior y con la Conciencia pura. Se mueve hacia la garganta y el pecho y lo mantenemos en estado saludable tomando conciencia del aire que respiramos, del alimento que ingerimos y de las impresiones que recibimos a través de los órganos de los sentidos. 🍂

Cualquier enfermedad que nos haya de sobrevenir se apoyará en la debilidad de este vayu  para afectarnos con mayor o menor virulencia, es por tanto conveniente asegurarse de que prana  sea fuerte, solo así estaremos preparados para afrontar los posibles desequilibrios que nos hayan de sobrevenir.

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“Esta distinción en cinco partes que se hace dentro de cada dosha, los subdoshas,  resulta útil para especificar la situación del desorden en cuestión, reduciéndolo al punto exacto, órgano o tejido, donde enfocar el tratamiento que se le vaya a dar”.

 

 

Prana  se encarga de transformar la percepción óptica y auditiva en sensación, la sensación en sentimiento, el sentimiento en emoción y la emoción en pensamiento.

 

 

🍂Para cuidar prana hemos de atraer la atención sobre la forma en que respiramos y lo que respiramos ambos, junto con el alimento que consumimos, nos proporcionan la fuerza vital básica. Hemos de fijarnos pues, en su calidad, —y mejorarla en lo posible—,1 y en su forma: si es superficial y rápida o lenta y profunda, si las inhalaciones son más largas que las exhalaciones, etc. Todo ello con el fin, no de cambiarla en un principio, sino de reconocer nuestra propia forma y poder distinguir así sus variaciones dependiendo del estado emocional en el que nos encontremos. Luego, cuando hayamos adquirido la costumbre de observar, podremos aplicar la sencilla fórmula de cambiar el tipo de respiración con el fin de controlar más rápidamente los desequilibrios emocionales. 🍂

Dentro de los dominios del Yoga se encuentran infinidad de técnicas de respiración, los pranayamas, entre los cuales indicaré solamente uno ya que se corresponde con la foto que introduce este texto: Nadi Shodhana


 🍀Con la alimentación y con las impresiones que recibimos del exterior sucede lo mismo, se ha de tomar conciencia de ellas y someterlas al mismo análisis: cómo como, cuánto, cuándo y por qué; lo hago rápido, sin masticar, lento, con ansia, sin ganas, cuántas veces al día... Cuánto veo la televisión, por qué la veo, por qué la enciendo según entro en casa…, cómo me enfrento a las redes sociales, a las plataformas cinematográficas, qué pretendo, qué escondo, de qué manera me influyen las reacciones de los demás, etc.

 Hemos de hacer por tanto una observación minuciosa de nuestros hábitos sin esconder ni justificar, simplemente observar sin juzgar. Admitir que esas partes oscuras que no están tan bien vistas o que nos avergüenzan de nosotros mismos forman parte importante, por no decir fundamental, de lo que en realidad somos y pretender encerrarlas bajo llave en el cajón del olvido es el error común al que nos lleva nuestro yo social y adaptado. El esfuerzo de negación que requiere mantener la farsa no evita que lo que se quiera ocultar acabe condicionando la personalidad consciente, existe además un alto riesgo de que con el tiempo, lo oculto, deformado y desbocado por los años y el esfuerzo, acabe mostrándose de manera explosiva dando al traste con todo lo anterior. Un buen ejemplo de este problema se encuentra en el caso de Don Juan, —no el Tenorio, el de Sabina—, que de pronto un día pasó de pensar qué pensarían su mujer, sus hijos y su portera…, y salió del armario dando un portazo con tacones, bolso y maquillado como el Joker. Don Juan desapareció para siempre y se convirtió en Juana la loca. Otro, de más graves consecuencias, es el no tan extraño caso del Dr. Jekill y mr. Hyde.

Vemos entonces que la alimentación, según esta curiosa forma de ver la vida, es más amplia de lo que estamos acostumbrados, es todo lo que entra en nuestro cuerpo, por lo tanto, salud, implica la correcta asimilación de todo esto que permitimos entrar en nuestro cuerpo, siendo fundamental en este proceso la correcta eliminación de sus productos de desecho, malas, que son tres: sudor, heces y orina. Si estos no se eliminan correctamente quedarán sus residuos en el cuerpo, ama, y provocarán la enfermedad, estableciéndose en el lugar más debilitado, donde prana  sea más débil, para comenzar a acumularse. Luego solo es cuestión de tiempo esperar a que la enfermedad se manifieste y cuando los síntomas por fin se presenten, que es cuando tomamos conciencia de que estamos enfermos,  ya será demasiado tarde. 🍀


🍒Ayurveda en este aspecto ataca a la raíz, es un sistema que reduce al máximo la posibilidad de caer enfermo actuando ante la primera observación de desequilibrio. La medicina, llamémosle occidental contemporánea, es totalmente opuesta: considera salud el estado previo a sufrir los síntomas y cuando, a base de consumir drogas, consigue que el paciente recupere el estado original, que le llevó a la enfermedad, da el asunto por resuelto enviando el paciente a casa. Este tipo de medicina no cura, repara con mayor o menor éxito, es excelente para las urgencias médicas, pero totalmente carente de conciencia del conjunto que supone el ser humano ya que trata al enfermo como una masa de carne en la que aplicar su ciencia farmacológica. Esta deshumanización de la medicina moderna necesita con urgencia complementarse con el aspecto espiritual y preventivo de las medicinas tradicionales, de lo contrario la enfermedad acabará tomando el control del sistema y pasará a ser ella quien dirija una industria farmacológica millonaria y apestosa como pudimos comprobar en las zonas internacionales de los aeropuertos de todo el mundo cuando se comenzaron a distribuir  las vacunas del COVID. 🍒

¡En fin!

 

Sigamos.

Desde el punto de vista del Ayurveda cuando uno observa el más mínimo cambio en su proceso digestivo comienza automáticamente a considerar posibles cambios en la dieta o un corto periodo de abstinencia —total o de algún producto en particular— para evitar que ese ama  se desarrolle. En la mente sucede lo mismo, ama  se instala, se acumula y comienza a desarrollarse una psicosis, y si esta persiste, puede degenerar en enfermedad mental grave o enfermedad física, exactamente igual que una enfermedad física crónica acaba por afectar el estado mental. Hemos de tener un cuidado extremo en lo que permitimos entrar en nuestra mente y vigilar muy bien el impacto que podemos provocar en los demás.

Esta correcta asimilación de las experiencias diarias de la vida —que, como dijimos, exige una correcta eliminación de sus productos de desecho—, supone dormir bien todos los días, completando las cinco fases que demanda un sueño reparador y evitar drásticamente todo aquello que se sabe que es altamente perjudicial como la relación con ciertas personas, el visionado de ciertas imágenes o el simple chismorreo, en apariencia inocente, pero cargado de veneno y mala intención. Uno de los principios del Ayurveda que hace hincapié en este aspecto está dentro de las rutinas diarias que propone bajo el nombre de dinacharya  recomendando para el comienzo de cada día un par de puntos importantes que se pueden resumir en: levántate y deshazte de todo lo te que quede del día anterior, saluda al sol y disfruta del presente.

 

o   Despertarse con la salida del sol.

o   Raspar la lengua para eliminar la acumulación de bacterias.

o   Beber agua tibia con el fin de eliminar todos esos residuos acumulados durante la noche en el tracto digestivo.

o   Ir al WC. Y eliminar todo lo que no se pudo digerir de la comida de ayer.

o   Hacer las prácticas de la mañana: Yoga o cualquier tipo de ejercicio que vaya sincronizado con la respiración.

o   Masajearse con aceite.

o   Ducharse

o   Desayunar.

o   Y, por fin, pasar a las obligaciones. Obligaciones que en nuestra moderna sociedad no dejan prácticamente espacio a ninguno de los puntos anteriores, si acaso a chupar un fresisuis camino del trabajo y masticar algún precocinado semisintético adornado con pasas en el mejor de los casos.

 

Es solo en estas condiciones que prana puede trabajar a pleno rendimiento. Cuando el cuerpo físico no opone ninguna resistencia o gasto de energía innecesario en complicados procesos fisiológicos o mentales.

  

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Prana  o energía de la vida, recuerden, es aire, por lo tanto es vata. Si bien vata  es su desorden, el aire errático, cuando este aire entra en calma y se acumula a través de las prácticas adecuadas supone para el ser humano la plenitud de su energía vital, proporcionándole entusiasmo, vitalidad, optimismo, adaptabilidad, equilibrio emocional, conexión plena con el todo, etc. ¿Quién no ha sentido esto alguna vez?, y, ¿quién no quiere sentirlo de nuevo? Prana circulando libremente y a plena potencia mostrándonos el camino hacia la conciencia universal y la verdadera esencia del Ser.

 

En el aspecto contrario, la falta de esa energía vital hace que todas las virtudes recién enumeradas desciendan en picado, poniéndonos en un estado de muerte en vida donde ni siquiera el sufrimiento y la apatía es tal que ni siquiera se encuentran fuerzas para hacer un drama de ello. El método ayurvédico, digan lo que digan, se muestra especialmente eficaz en alejarnos de estos momentos proporcionandonos una capacidad de superarlos que nunca deja de sorprender.

  


 

Notas a pie de página

 

1  Para mejorar la calidad del aire es muy posible que sintamos la tentación de acercarnos a algún centro comercial y adquirir un fabuloso electrodoméstico de última generación que a través de blutud y un cómodo app en el teléfono nos permita manejar desde la distancia la calidad de nuestra vida. Tal es la inercia a la que nos lleva el pensamiento colectivo y el ambiente social cuando se presenta ante nosotros algún tipo de necesidad, pero no se olviden que todo esto, —la razón de que estemos aquí, yo tecleando y usted leyendo—, se basa en salir de esa corriente general y tomar consciencia tanto de lo que realmente necesitamos nosotros mismos como de lo que no, y cuando digo nosotros mismos me refiero a nosotros y nuestro entorno ambiental.  

Les dejo pues una breve charla (30 min.) del Dr. Nicolás Olea sobre el cambio climático y la exposición química ambiental en la que se exponen los problemas de la contaminación, cómo hemos llegado hasta ellos, cómo nos afectan y qué hacer para prevenirlos.       ®   Ponencia Dr. Nicolás Olea  ¬

 Resulta especialmente curioso ver la coincidencia entre los preceptos de salud que proporcionan nuestros más avanzados científicos y las prescripciones que los dioses revelaron a los rishis del Himalaya, 5000 años antes de la Tarara, a través de los Vedas.

 

Namasté.






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